El teatro usa una manera cero tecnológicas para llevar su control de asistencia y es en este momento en donde empieza la interacción. No se compran entradas por internet, no se escogen las sillas virtualmente; uno tiene que llamar y hasta que llega al lugar paga su entrada dándose cuenta minutos después de la ubicación de su asiento.
"Buenas. Para reservar una entrada para la función de hoy a las 8 p.m." ... "Listo. Tiene que estar aquí a las 7:30 p.m." .... Llega uno a las 7:30 p.m. y una gran cantidad de los asistentes ya están presentes; conforme van pasando los minutos se van repartiendo las reservaciones que no llegaron según la lista de espera para la obra.
Lo vacilón de todo es que existe un guión pero se pueden salir en cualquier momento de él e interactuar con el público. Hay teatros más calurosos que otros así como el elenco.
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