El mundo de los negocios es todo un terremoto; entre responsabilidades sociales y empresariales. En cierta forma es curioso como una mayoría de las personas piensan que uno es de plata por tener una empresa sin importar el tamaño de la misma. Lo mismo pensaba yo y después de casi 11 años en el mundo de negocios pequeños, micro y diminutos logré darme cuenta que ese no es el pensamiento correcto.
Tener un negocio genera cualquier cantidad de deudas con entidades gubernamentales, bancos, etcétera si las ventas no alcanza ni siquiera el punto de equilibrio. Llegar a sacar del dinero propio y los ahorros (si es que hay) para poder cancelar los salarios y mantener el negocio es una de las prácticas de los empresarios en una etapa inicial. El final de la historia tiene dos caminos: el negocio prospera con mayores ventas y una reducción de costos o cierra al llegar a generar una deuda incontratable.
Ver una empresa propia cerrar es como un fracaso; sin embargo, de ellos debemos de aprender para salir exitosos en el siguiente negocio!
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