Las presas del país no se corrigen solamente construyendo/ampliando el puente Yolanda Oreamuno, el Alfredo González Flores (la famosa platina) y el de la radial de Lindora; faltan arreglos en la autopista Próspero Fernández, la Florencio del Castillo, las ampliciones de ruta 27 y 32, la conclusión de circunvalación, la presas de Tibás hacia Heredia, Zapote y rotonda de las garantías sociales, entre otros. El problema no es de este gobierno sino que se ha venido arrastrando y no es solamente una situación de infraestructura vial.
Es claro que se necesita una asesoría del primer mundo para construir los famosos colochos viales formando un paso a desnivel efectivo; con la intención de contrarrestar la gran cantidad de carros que circulan en Costa Rica (teniendo presente que cada año se venden más vehículos en la Expomóvil). Pero la realidad es que la solución se encuentra en la calidad del servicio público y un cambio cultural.
El buen servicio público debe abarcar desde el servicio de buses hasta un metro o monorriel que incluya parqueos gratuitos o de bajo costo para los usuarios; motivándolos a usar las diferentes opciones de transporte sin tener que llenar la calle de carros. Un buen proyecto de metro con paradas estratégicas; en donde las principales contenga un estacionamiento adecuado reduciría los carros que transitan todos los días por las carreteras costarricenses. Las personas se transportarían a las respectivas paradas en donde dejarían su carro bien cuidado y tomarían el transporte público hacia su trabajo.
El avance de un país se puede determinar por la calidad del servicio público brindado.
El avance de un país se puede determinar por la calidad del servicio público brindado.