Es curioso ver como un diputado oficialista inhibe a los diputados de oposición. Uno ya no sabe si lo hace por el país, porque está peleado con el partido, porque no se hacen las cosas como él quiere o porque su partido ganó las elecciones justamente la única campaña en la que él no ha sido candidato.
No está de acuerdo con algunas decisiones de su partido, por lo que suspendió el pago pactado por su curul. Muy ciertamente no es el mismo grupo fundado en cuanto a principios, creencias y prácticas; simplemente uno se pregunta si cuando llegan al poder todos son iguales. Promesas y más promesas pero los hechos no se ven.
Este diputado se ha tomado a pecho el déficit fiscal y anda cortando cuanto presupuesto se encuentra mal puesto. Sea cual sea la razón, el país ocupa zocarse la faja para salir avante con los posibles tiempos difíciles que se avecinan.